![]() |
Foto: Fernando Racing. |
El piloto de Banfield
se quedó con la primera final de la novena fecha de APAC 1.4, la cual se
disputó en el Autódromo de Buenos Aires. El flamante vencedor pasó por los micrófonos
de Radio URBE 97.3 para contar su fin de semana y analizar el presente de la
categoría.
“Es muy lindo ganar en Buenos Aires. Es algo realmente distinto, soñado y que se disfruta mucho. Fue una carrera muy peleada, de principio a fin. Después de pelear con Carboni, Furik e Iparraguirre pude hacer una diferencia que se terminó con el auto de seguridad. En el relanzamiento me fui afuera, volví tercero y cuando recuperé la punta vi la bandera a cuadros, para mí faltaban dos vueltas. Fue una explosión de alegría que es hermoso vivirla y contarla.”, expresó.
“Es muy lindo ganar en Buenos Aires. Es algo realmente distinto, soñado y que se disfruta mucho. Fue una carrera muy peleada, de principio a fin. Después de pelear con Carboni, Furik e Iparraguirre pude hacer una diferencia que se terminó con el auto de seguridad. En el relanzamiento me fui afuera, volví tercero y cuando recuperé la punta vi la bandera a cuadros, para mí faltaban dos vueltas. Fue una explosión de alegría que es hermoso vivirla y contarla.”, expresó.
-¿Condiciona correr mano a mano con el candidato a
campeón?
-Sí, porque yo estoy
sexto en el campeonato, no estaba peleando el título. Hay que ser muy prolijo y
no llevarlos por delante. Te condiciona bastante, tenés que ir al ritmo de
ellos y ser cuidadoso.
-Se entiende tu alegría porque estás en una categoría
donde hay varios potenciales ganadores en cada carrera.
-Sí, la categoría se
puso muy competitiva. Hay doce coches en un segundo y cualquiera puede ganar.
Uno avanza o se retrasa por errores propios, porque los autos están muy
parejos. La categoría tiene un buen parque de autos y está muy linda.
-¿Esta victoria es una especie de revancha para aquel
error en la chicana del Mouras?
-Sí, tiene algo que
ver, porque no se nos venía dando con un auto muy competitivo, que estaba para
ganar. En las últimas cuatro carreras siempre tuve un inconveniente, por error
mío, algún problema en pista o un toque. A veces los nervios y las ganas de
estar adelante te juegan una mala pasada.
-¿Cuál es el balance general de todo el fin de semana?
-Muy bueno, porque
pudimos lograr lo que veníamos buscando este año. Yo empecé en la tercera fecha
y siempre demostramos que podíamos estar adelante. Es victoria fue la frutilla
del postre, porque se dio en Buenos Aires y contra una gran cantidad de
rivales.
-¿Cuál es el balance del año para la categoría?
-Muy bueno para el
momento económico en el que estamos. Empezamos con 23 autos y hoy estamos en
30, con algunos que se van a sumar el año que viene. APAC está en su mejor
momento. Yo corro desde el 2012 y desde entonces nunca tuvo un parque como el
actual, competitivo y prolijo. Da gusto correr con autos tan rápidos a un bajo
costo.
-Hablando de automovilismo, ¿cuántos de tus sueños de
pibe cumpliste?
-Los que pude, los
cumplí. Empecé en karting en 1974, dejé en el ’77 y del ’80 al ’88 fui a la Fórmula
5, hasta que en 2012 llegué a APAC. Realmente estar en este ámbito, haciendo lo
que me gusta es algo soñado, para disfrutarlo día a día con el apoyo de la
familia y el equipo. El automovilismo es algo que se siente muy adentro, uno
nunca se jubila, es una adicción.
-¿A quién hay que agradecer por eso?
-Todo esto se lo debo
a Claudio Lieggi, que prepara íntegramente el auto. A mi familia, Agustina,
Tomás, Esteban y mi esposa Lidia por el apoyo que me dan. También a los
auspiciantes: “Lito” Ramírez, un amigo de hace año, “Menudencia Julieta”, “El
50”, “Diarla SRL.” y Supermercado Ahora, el sol que ilumina todo esto para
seguir adelante.