Personajes

VICTOR “AL” PEASE, UN CASO ÚNICO
Victor “'Al” Pease (foto), que fuera excluído de un Gran Premio de Fórmula 1 por "lento", murió el 4 de mayo pasado, a los 92 años, en Servieville, Tenesse. El piloto canadiense quedó marginado de la competencia disputada en Mosport, en su país, en 1969, cuando iba 43 vueltas detrás del líder.
Sobre un Eagle-Climax (foto), Pease se presentó en los Grandes Premios de F1 de Canadá en 1967, 1968 y 1969. Esta última competencia lo dejaría en la historia como el único corredor en la historia de la máxima que vio la bandera negra por ser “demasiado lento".
Esto sucedió en la vuelta 65 de aquella carrera, cuando su Eagle Climax número 69 iba 43 giros atrás del Brabham Ford de Jacky Ickx, quien finalmente ganó la competencia. La insólita descalificación ocurrió cuando Ken Tyrrell (dueño del equipo homónimo) hizo un escándalo a los comisarios después  que Pease casi sacara de pista a Jackie Stewart, que apenas pudo evitar aquella “chicana móvil”. La bandera negra puso fin a su paupérrimo andar cuando había cumplido 22 giros.
Lo extraño es que Pease había logrado clasificar los tres años; en 1969, por ejemplo, largo decimoséptimo, por delante de Bill Brack, John Cordts y Silvio Moser.
Pease debutó en la F1 en el Gran Premio de Mosport de 1967. Bajo una lluvia torrencial, promedió increíbles  69,4 km/h para terminar a 43 vueltas del vencedor, Jack Brabham, con problemas en la batería de su auto. En 1968 los problemas seguirían y también sería un fiasco total, aunque nada comparado con su última participación en la F1.
A pesar de su corta su carrera en Fórmula 1, Pease consiguió bastante éxito en el automovilismo canadienses, siendo incluido como miembro del Salón de la Fama del Automóvil canadiense en 1998

Andrea Di Palma
Andrea Di Palma es una de las dos hijas mujeres del inolvidable Rubén Luis Di Palma. Hija de Cayetana “Tana” Lo Valvo, Hermana de José Luis, Patricio y Marcos, madre de Juan Cruz y tía de Dino y Stéfano, por nombrar solo a los Di Palmas que corren, o corrieron en autos, como ella misma. El aniversario de las “84 horas de Nürburgring”, en las que participó su padre, fue la excusa para que Andrea hablara con
s6isenlinea de su padre y su familia.
Andrea Di Palma y Juan Cruz Federici Di Palma
sobre el Falcón del último triunfo
del “Loco” Luis en TC.

En estos días se están cumplen 44 años de la Misión Argentina en las 84 horas de Nürburgring, donde tu papá participó como piloto. Cómo recuerda la familia Di Palma esa carrera?
“Yo tenía dos años, no recuerdo mucho, sí por las cosas que me conto papá. El llevaba con orgullo una medalla que le dieron por participar en esa carrera; nos peleamos todos por tenerla,  ya la tuvieron José Luis, Marcos, Patricio y ahora Josito, y yo les digo que papá me la regaló a mí, por ser la única mujer. El siempre contaba que hizo mucho de mecánico, no sólo de piloto” (Luis Di Palma tenía 23 años entonces, las crónicas de la época dicen que asombró a todos por su responsabilidad y colaboración con el equipo). “Se había aprendido el circuito de memoria y, mientras estaba corriendo, de noche, se quedó sin luces, así que siguió manejando de memoria, hasta que se fue afuera en un puente que no recordó”.

Siguen apareciendo Di Palmas en el automovilismo argentino, cómo se siente estar parada en medio de una leyenda?

Nací en esta familia, es algo normal, lo anormal sería que no corriera nadie, lo bueno de todo esto es que ni papá ni mamá nos inculcaron que teníamos que correr, y corrimos los cuatro, tampoco yo se los inculqué a mis hijos ni José Luis, ni Patricio, ni ninguno de nosotros, ellos lo decidieron por sí mismos. Cuando Juan Cruz dijo que quería correr, primero me opuse, pero insistió. Cuando ya había fallecido mi papá, mi suegro le compró un karting, al principio andaba bien, hasta salió subcampeón, pero cuando empezó a crecer era mucho más grande y pesado que el resto, así que empezó a andar atrás, por una cuestión de peso potencia, y a sufrir por eso. Después corrió  en fórmula, y ya mejoró, y ahora en TC Pista Mouras anda muy bien.

Te ves cumpliendo el rol de tu mamá, dentro de unos años, como centro de esta familia tan particular?
No sé si el centro, pasa que yo por ser mujer, llamo a uno, a otro, a ver como están, como salieron, lo publico en el facebook…la mayoría de las mujeres somos así, yo hago de mamá de todos porque quiero hacerlo, pero no me siento como mi mamá, que siempre cumplió su función de mamá. A mi papá lo acompañaba muy poco porque nosotros cuatro, cuando íbamos a las carreras hacíamos mucho lío, dábamos vuelta la casa rodante, hasta que mi papá dijo “más vale quedate en casa, cuidando a los chicos”. Entonces, cada vez que ella iba a una carrera, nos dejaba con mi abuela y, como eran varios días, llegaba un momento en que la abuela no nos aguantaba tampoco. Yo lo acompaño a Juan Cruz, le busco los sponsors; como yo corrí, se como es todo, lo vivo desde otro lugar, mi mamá siempre cumplió su función de madre.

Cómo es la experiencia de la mujer en un ámbito tan masculino?
Yo siempre dije que no iba a correr. Decía “eso es de hombres”. Cuando se creó la copa de damas, y llamaron a todas las mujeres con apellidos conocidos del automovilismo, yo estaba embarazada,  así que mi papá me ocultó el llamado hasta que nació Juan Cruz. Un día, yo estaba mirando la categoría de mujeres y me dice “de ahí te llamaron para correr, no te dije nada porque estabas embarazada en ese momento”.
Juan Cruz tenía seis meses…vivíamos en casa de mi mamá, con todos mis hermanos,  lo hablamos con mi marido, y evaluamos que la oportunidad era interesante. Empecé y, canjeando  publicidades, conseguimos tener nuestra casa, y el auto y, equipos para el campo donde trabajaba mi marido, y algo de plata para pagar el alquiler del auto. Yo ya había corrido, acompañando a mi papá y, como andaba bien, le agarré el gustito y ya no me quería bajar. No me pasaba de tener una relación complicada con los hombres por correr, éramos todas chicas, corríamos, salíamos a comer, nos reuníamos, teníamos buena relación……en cuanto a los hombres, nos criticaban, porque nos dábamos con todo, a mi no tanto, pero no nos importaba nada. Corríamos en los mismos circuitos que el TC2000…un día, en Posadas, había una curva que no me salí.  Le pregunté al “flaco” Traverso, me explicó, me dijo “hacela así que vas a hacer el uno”, salí, de última pase a primera y le saque un segundo y pico a la segunda…era una posibilidad que tenía yo por conocer a todos los corredores, cuando no estaban mi papá o mis hermanos. Cuando corríamos con el TC yo iba con mi papá y era más fácil. Los problemas empezaron en la Copa Corsa, donde corrían hombre y mujeres, y ellos se sentían mal cuando nosotras les ganábamos, pero bueno, se tenían que acostumbrar…o bajarse del auto.

Esta nota reproduce el reportaje realizado por Gisella Gatta y Luis Mazzocchi en Aire Nativo, Radio L, 93.3.