jueves, 5 de diciembre de 2019

"La perseverancia nos convirtió en campeones"

Foto: Eduardo Scanegatta.
Sergio Parapugno pasó por Seis en Línea Radio luego de consagrase campeón de los Fiat 600 ATN. El piloto de Lanús le ganó la pulseada a Nicolás Ayestarán y Facundo Wernisch y dejó atrás el triste episodio de 2016, cuando se alzó con la corona de la categoría, pero fue excluido en la revisión técnica.

En el aire de URBE 97.3, el flamante monarca habló de todo: sus sensaciones, el desarrollo del fin de semana, el complicado inicio de temporada, la posibilidad de abandonar el campeonato y el presente de la categoría en la que también se desempeña como dirigente.

“Uno todavía no termina de entender la felicidad de haber logrado el campeonato. Se festejó por segunda vez, pero esta vez sabíamos que estaba todo bien. Lo de 2016 fue un error del reglamento, no nuestro. Estábamos confiados de que si se daba en pista en la técnica no iba a suceder nada”, expresó Parapugno.

-¿Cómo se fue dando el fin de semana para ustedes?
-El sábado el coche fue contundente en la primera salida, pero no en la segunda. En clasificación fuimos terceros y Nico ya nos sacó una pequeña ventaja. Hicimos una serie bárbara los dos, donde yo piqué adelante y sobre el final el aprovechó un error mío para ganarme por 0.009. Ahí nos sacó otro punto, aunque eso no nos cambió el escenario previo a la final. Dio gusto correr una serie así, porque hicimos un montón de maniobras y no nos rozamos ni los espejos, hubo unos códigos impresionantes.

-¿Y la final cómo la pensaste?
-Yo sabía que con llegar delante de Ayestarán ya se terminaba todo. Tuve una excelente largada y lo pude pasar al final de la recta, pero lo tuve toda la carrera pegado. Me concentré en no cometer ningún error y cuando entró el pace car me quería morir. Yo pensé que faltaban más vueltas e iba a tener que seguir peleando con dos monstruos como Facu y Nico, pero cuando me avisaron que el banderillero había agarrado la cuadriculada se me salía el corazón del pecho.

Foto: Eduardo Scanegatta.
-¿Cómo fue la vuelta de honor ya como campeón?
-Una vez que crucé la meta exploté en llanto y era bronca acumulada del campeonato que se había escapado en 2016. A mitad de año Facu Wernisch llevaba muchos puntos de ventaja y yo venía de mal en peor. Había tomado la decisión de bajarme en caso de no sumar bien en la fecha doble. En el verano habíamos hecho algunos cambios grandes y no aparecía los resultados, lo que nos hizo perder muchas chances. Por suerte seguimos y la perseverancia nos convirtió en flamantes campeones de ATN.

-En tu rol de dirigente, ¿qué balance podés hacer del 2019 para los 600 ATN?
-La categoría cerró un año muy bueno. Terminamos con un promedio de 24 autos en un año difícil para el país. Hubo carreras con 30 coches y no lo podíamos creer, pero la realidad es que la dirigencia trabaja mucho para bajar los costos del fin de semana. Se consiguen publicidades para tener competencias gratis, se le da una mano a aquel que esté complicado y también se regalan las licencias, tanto medica como deportiva, lo que termina sacándole algunos pesos de encima a los pilotos.