jueves, 6 de abril de 2017

Marcelo Esporas: "Puedo caminar en un autódromo de punta a punta sin que nadie me deje de saludar con un gesto afectuoso"

Es uno de esos personajes que es saludable encontrar en cualquier actividad, sólo que Marcelo Esporas vive y respira automovilismo. Ex piloto de Fórmula Cinco, compite hoy en la Monomarca Citroen 3CV e integra el equipo Mecánica Mayol en la Fórmula Uno Mecánica Argentina. De automovilismo y todo lo que lo rodea habló con Seis en Línea en Radio URBE.

-¿Cuantos años de automovilismo?
Empecé a los 16, tengo 51... 35 años molestando!!

-Si tendrás historias para contar..
-Un poquito, pero tengo muchas más historias para no contar…

-¿Cómo llegaste al automovilismo?
-Por generación espontánea, a nadie de mi familia le importaba el automovilismo, y aún sigue sin importarles. A los 10 u 11 años me di cuenta que los autos tenían marcas distintas y un año después estaba viendo mi primera carrera de Fórmula Uno. Me escapé con un compañero de colegio, fue el Gran Premio del 78 que ganó Andretti

-¿Que te dejaron 35 años de automovilismo?
-No voy a caer en la frase remanida de "un millón de amigos", que es lo único que te deja, y la satisfacción de haber hecho toda la vida lo que me gustó, relegando muchísimas cosas. Yo nunca en mi vida me fui de vacaciones, mis vacaciones son durante el año, cuando voy a una carrera. La plata de las vacaciones, la que la gente ahorra para irse, yo la voy gastando en cuotas en la cantidad de fechas que tenga el campeonato que este corriendo.

-¿Te ves como dirigente? Te vemos moverte mucho por la Monomarca Citroen...
-NO, no. Eso es de puro hincha pelotas...de molesto que soy... De inquieto.
Nunca pude participar de una forma tibia en nada, o estamos metidos hasta las verijas en el barro o no nos metemos. Es una enfermedad.

-Viviste distintas etapas. ¿Qué le queda al automovilismo de hoy de mística y romanticismo?
-La pasión de los que lo siguen haciendo por pasión. He visto en estos 35 años a gente que pasó de hacerlo de onda a hacerlo un modo de vida, y no lo pueden ver igual. Si yo voy y te hago un asado en tu casa, le pongo un empeño que no lo pongo si trabajo todos los días de asador en una parrilla, perdieron eso. El tipo te dice "traelo, te sale tanto" y vos decís "bueno, listo". Todavía sigue existiendo, y agradezco que siga existiendo,  el enfermo que se pone a hacerte un embrague a las doce de la noche pero hoy, los que se profesionalizaron, trabajan de nueve a cinco y después, los fines de semana. Se ganó por un lado, que se haya profesionalizado, y se perdió tanta mística por eso mismo. Quedan líricos todavía, son preciosos, hay que mantenerlos en una cajita de cristal, pero cada vez son menos.

-¿Qué te parece esta nueva generación de pilotos, los "pilotos del simulador"?
-Es parte de lo mismo, es algo que empezó hace veinte o veinticinco años en Europa. Pasa con los atletas de elite, que hacen una vida que poco tiene de normal, y pasa lo mismo en el automovilismo y está bien , porque se busca el mejor de los resultados. A vos y a mí, que somos dos gordos con poca vista, nos sacan tres segundos. Eso no es problema en los zonales, donde somos gordos contra gordos, pero a nivel nacional o internacional, no podes perder tres segundos en el piloto, es un repuesto más.

-Hablanos un poquito de la Fórmula Uno Mecánica Argentina
-Está empezando el año el 16 de Abril en el Mouras, tratando de juntar la mayor cantidad de autos posible. Terminó el año con casi veinte autos en pista y fruto de esa abundancia mucha gente empezó a gastar lo que todavía no tenía, a decir "bueno, si ya tienen los coches yo me puedo bajar y me voy a otro lado" y hoy están haciendo un esfuerzo muy poquititos pilotos devenidos en dirigentes, esperemos que se junten muchos el 16. Es una categoría que se está transformando, que paso de los seis cilindros a los cuatro, que trató, junto con el "Gordo" Pérez, de diferenciarse de la Fórmula Cuatro, cosmética y mecánicamente, para que no sean demasiado parecidas, y ese esfuerzo, que viene bien, hay que seguirlo.

-También influye el difícil momento económico del país. ¿Cómo enfrentan la categoría ese tema?
-Cómo haces vos cuando vas al supermercado, aguantando lo imposible, tratando de achicar todos los costos, sin soñar nada ni probar nada que signifique un riesgo económico. Esta muy muy duro, es preferible achicarse por todos lados para poder ir a correr.

-¿Porque un piloto elige correr en la Fórmula Uno Mecánica Argentina?
-Ante todo, por lo mítica. El nombre Fórmula Uno suena!!... cuando te dicen "que te crees que tenés, un Fórmula Uno?". Es mítico. Más allá de eso, se había juntado un grupo muy copado, con esa magia de lograr eso del "che, se me rompió, tenes uno de esos?, si lo tengo en la camioneta ya te lo traigo", que es fundamental.

-¿Es posible soñar con igualar a la vieja Fórmula Uno de los años setenta?
-No. Es cruel pero no. Me estas nombrando un Mito, hoy no tenemos seis cilindros, ni el TC usa lo que traían los seis cilindros tradicionales de acá, no hay repuesterío para aquellos motores, es más sencillo conseguir repuestos para los Tulia. La F1 nacional tuvo un cuarto de hora impresionante y hoy queda ese nombre, que es mítico para los que se pueden subir y para los que los acompañamos.

-Supongamos que no te conocemos. ¿Cómo se presenta Marcelo Esporas?
-Soy el Pingüino...alcanza?  Una de las cosas que me agrada es que puedo entrar a cualquier autódromo, caminar y que todos me vengan a saludar. En una carrera de 35 años de fracasos automovilísticos, uno tras otro, puedo caminar en un autódromo de punta a punta sin que nadie me deje de saludar con un gesto afectuoso.

-¿Por qué el automovilismo genera amistades tan fuertes?
-Porque es una pasión, como el futbol, pero más fuerte, porque en el futbol te jugas un resultado y acá te jugas la vida. Una mala decisión de un técnico o un error de un arquero se paga con un gol, acá, un amigo que te deja un extremo de dirección flojo y tal vez no pueda pedirte perdón.

-¿Dos amigos del automovilismo?
-Jorge Pérez, que es mi carne, y… No puedo nombrar otro más, porque son muchos, muchísimos. Yo venía haciendo una lista para saludar acá, por la radio, y la dejé porque no podía nombrarlos a todos. Yo digo "a todos" y todos saben quiénes son.