El trazado de La Plata que homenajea
a Roberto José Mouras celebra sus veinte años. Fue inaugurado en 1996 y la
primera categoría nacional que corrió fue Turismo Carretera, con victoria de
Emilio Satriano y Chevrolet. Hoy, el Museo del TC brilla entre las muchas obras
que muestran su crecimiento.
El "Mouras" está celebrando
dos décadas de actividad en el automovilismo y motociclismo nacional y zonal.
Nacido del entusiasmo de un grupo de entusiastas que crearon una fundación,
compraron el predio y le dieron a la Capital provincial y la zona un circuito
para la actividad deportiva, a partir del cese del Turismo Carretera en
circuitos semipermanentes.
Tras conseguir el predio de 138
hectáreas, en el kilómetro 49 de la "Autovía Juan Manuel
Fangio" , la vieja ruta dos, su construcción terminó a mediados de
1996 y su inauguración, varias veces postergada, fue el 22 de septiembre,
con una carrera zonal.
A cargo del TC estuvo la primera
competencia nacional, el 20 de octubre, cuando una multitud enmarcó el triunfo
de Emilio Satriano, seguido por Juan María Traverso y Luis Minervino en un
podio "Chivo" que fue todo un homenaje para el inolvidable
"Príncipe" de Carlos Casares. Aquel día, estuvieron Inés
Serrani, madre del "Toro", Jorge Pedersoli , Hugo Mazzacane y la
última Chevy que Mouras condujo, en el 92
Entonces, el trazado perimetral,
ahora denominado "Juan Gálvez", tenía una extensión de 4.300 metros,
con la chicana "Jorge Marceca" (acompañante de Osvaldo Morresi que
murió junto a este en el semipermanente platense, en 1994); el sector de boxes
solo tenía una tribuna para 7000 personas y un galpón donde se guardaban las
maquinarias y en carrera oficiaba de restaurante. El paisaje, bien rutero,
mucha tierra y alambrados.
A la sombra del TC, favorecido por la
interminable decadencia del autódromo de Buenos Aires, el
"Mouras" se convirtió en epicentro del automovilismo deportivo
nacional y zonal. Más obras y otra administración lo transformaron
en un escenario de nivel superior, lejos de aquella inauguración.
Se diseñó un circuito
"chico" de dos mil novecientos metros y se agregó una
chicana que permite seis variables para correr. El podio -sobre la Sala de
Conferencias "Alfredo Parga"-, al que el ganador sube con su
auto, es único en Sudamérica. El Museo del TC, con autos emblemáticos de la
categoría es, hoy por hoy, la frutilla de la torta entre las últimas novedades
que ofrece el "Mouras".
Además de carreras de autos y motos,
se realizan encuentros empresariales. Para ello, se ha levantado un nuevo
edificio de 5.700 metros cuadrados, con boxes en planta baja y Sala de prensa,
sectores VIP y oficinas en los pisos superiores.
Nota realizada en base a la publicada
por Campeones.