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Foto: Facebook Quique Mansilla |
Así recordó Enrique a Ayrton Senna
-En aquel tiempo, antes que la guerra
por Malvinas complicara tu carrera deportiva, ¿cómo te imaginabas tu futuro?
-La guerra de Malvinas obviamente
liquidó mi carrera. Yo estaba pre destinado a llegar. Era una cuestión de
trabajo abajo del auto, porque arriba estaba suficientemente apuntalado. Pasó lo que pasó, la guerra no sólo me complicó a mí, si no que mató a mucha gente.
Era una causa noble con razones bastardas que llegaron a donde fue. Pero es la
vida, que te lleva, te trae, te sube, te baja. Fue una pena pero así fue, no
hay mucho más que decir de eso.
-¿Pudiste dar vuelta la página o te
costó superar esa circunstancia?
-De entrada, lloraba por todos los
rincones cuando la gente que me apoyaba me dijo "Quique te queremos, sos
un pibe bárbaro, un inglesito mas, pero sos argentino". Eso fue un puñal
que lo llevé muchos, pero muchos años, con mucha rabia. Yo era un chico, de
barrio, humilde, sin los millones de todos los pibes que estaban al lado mío.
-Antes de Europa, antes de Senna,
antes del automovilismo, ¿cómo era la vida de Enrique Mansilla?
-Yo hice el servicio militar y al
salir decidí tomar un año sabático en los estudios y me dediqué a pensar en el
automovilismo. Fui a la escuela de Jorge Omar del Río, gané, me mandaron a
Europa, gané en la escuela de Jim Russell y así comenzó todo, sin querer,
porque yo no tenía pensado irme afuera. Tenía pensado otras cosas. Nada de lo
que pasó en mi vida fue como "ploteado", lo único que plotee y que se
trabajó casi un año y medio, fue la entrada a la Fórmula Uno, porque es algo
que lo tenés que pensar y trabajar y hay mucha plata y mucha política envuelta.
Es lo único que plotee y porque se dió así, si no, no lo hubiese pensado nunca.
-¿Cómo viene la carrera de tu hijo
Dorian y cuáles son las aspiraciones a futuro?
-Yo lo vengo preparando hace cuatro
años, está compitiendo con chicos que tienen muchos más años, o sea que él
viene siempre detrás de ellos en experiencia, pero no me preocupa mucho eso. En
este momento está compitiendo en la copa Rotax, en la DD2, en la categoría
Senior, andando muy bien y ya estamos pensando en irnos afuera. Ya iniciamos
conversaciones, ahora no es tan fácil como fue para mí y los
costos son muy elevados. La idea es que cuando termine el secundario se vaya
para allá. El quiere ser ingeniero así que irá a correr y a estudiar allá,
veremos.
-¿Estas trabajando con otros pilotos?
Ahora armamos nuestro propio equipo,
que lo hice para Dorian. Cansado de muchas políticas con las que estoy en
desacuerdo armé mi propio equipo para estos últimos dos años. Siempre hay chicos
que vienen y me preguntan pero, todos pensamos en argentino y yo pienso en
inglés, entonces encuentro en los chicos, y en los padres más que en los
chicos, mucha ignorancia, sana, porque el que no sabe es como el que no ve. No
me preocupa demasiado eso, yo quería llevar a alguien y ahora me preocupo por
llevar a Dorian.
-Ya
dijimos que estuviste en Europa, mencionamos tu paso por Estados Unidos y
Sudáfrica, cosa que dan como para escribir un libro, pero queremos saber ¿cómo
un tipo tan inquieto como Enrique Mansilla se adapta a la paz de Valentín
Alsina?
-Lanús es una ciudad hermosa, la
quiero mucho y no me iría a vivir a ninguna otra parte del mundo. Es mi cuna,
es mi casa, el lugar donde soy feliz. Soy un tipo que nunca pidió nada, que
siempre me lo gané. Soy una persona que se conforma con poco, en ciertos
aspectos. No me falta nada y ahora, el objetivo se llama Dorian Mansilla,
porque él lo quiere, porque si fuese por mí no corre en nada, pero él lo quiere
y así como mi viejo me apoyó a muerte yo hago lo mismo ahora.